No había pasado ni siquiera ni una hora del final del duelo con Boca, cuando Darío Forestello, tras felicitar a sus pupilos puertas adentro, enfrentó a los periodistas agolpados en la improvisada zona mixta del “Antonio Romero” de Formosa.
Luego de hacer pública las felicitaciones por el desempeño del equipo y con la eliminación aún fresquita, “Yagui” apuntó a seguir creciendo, a buscar esa victoria que encarrile el rumbo en la Superliga.
“Hay que levantarse porque la semana que viene tenemos que hacer un mejor partido en cancha de Vélez y ganar”. La frase de Forestello sonó contundente. El entrenador sabe que su equipo viene en ascenso, pero que todavía falta una victoria que sirva como inyección para poder dar el salto de calidad definitivo.
Así, el trabajo semanal se centró en encontrar las herramientas para sacarse la “mufa” en el comienzo de este torneo. Claro, ganar en la casa del “Fortinero” no es una misión sencilla, pero en La Ciudadela saben que puede ser posible si logran sostener el buen nivel que mostraron ante Boca y le agregan la dosis de contundencia necesaria.
“En la Superliga todos los rivales son difíciles, pero si logramos el juego que tuvimos contra Boca podemos ganarle a Vélez”, explica Maximiliano Martínez, que pide sacarse de la cabeza el promedio del descenso. “Esto recién comienza y nosotros debemos sumar y sumar. El domingo tenemos que jugar tranquilos, sin desesperarnos porque ya demostramos que cuando estamos bien podemos complicar a cualquiera”, agrega el lateral, que viene recuperando su mejor nivel y fue uno de los puntos más altos el pasado viernes.
Ganar en “José Amalfitani” parece el principal objetivo a cumplir por estas horas. Algo para nada sencillo, mucho desde la llegada de Gabriel Heinze al club de Liniers.
Desde su arribo, a fines del año pasado, la “V” hizo de su casa prácticamente una fortaleza. Justamente, la última derrota de Vélez jugando como local fue en el estreno de “Gringo”, el 10 de febrero. Patronato lo venció 2 a 0, pero a partir de ahí ningún rival volvió a quebrarlo a domicilio.
De la mano de Heinze, un Vélez joven, explosivo y muy enérgico, acumula ocho juegos sin perder como local. De esos partidos ganó tres (a River y a Banfield, en el pasado torneo; y a Newell’s, en el inicio de la actual Superliga) y sumó cinco empates.
“El objetivo es superarnos día tras día y venimos bien”, asegura Forestello, pensando en cómo vencer a un equipo que también necesita sumar de a tres para no correr riesgos en la zona baja de los promedios.
Pero claro, en San Martín prefieren mirar puertas adentro y evitar caer en comparaciones. Emiliano Purita entiende que tienen las armas necesarias para hacer un buen partido en Liniers y saldar la deuda pendiente. “Boca es un equipo con enormes jugadores y sin embargo pudimos manejarle la pelota durante gran parte del partido. Esa debe ser nuestra misión contra Vélez; si lo logramos vamos a estar cerca de traer un buen resultado”, afirma el lateral, pensando en que el rival saldrá a “quemar las naves”, una costumbre cuando juega como local. “Debemos estar ordenados y aprovechar los espacios que nos pueden dejar”, sentencia.
Ganar el primer juego en la Superliga es el objetivo “santo” para este fin de semana; justo ante Vélez, un equipo que se hace fuerte jugando en casa. Pero en San Martín confían en que todo es posible.